Conozcan nuestras característica
Desarrollo
Psicomotor.
El niño de 3 a 4 años
La maduración del sistema nervioso
del niño le va a permitir grandes avances en su desarrollo motor. Esto se nota
en aspectos tales como:
Mejor coordinación de los movimientos
en actividades de saltar, correr, bailar…
Mejor realización de movimientos para
manejar objetos con los brazos y manos como lanzar y botar balones.
Sus habilidades manuales han avanzado
consiguiendo mayor precisión en sus movimientos: pintar, garabatear…
El niño de 4 a 5 años
En esta edad el niño perfecciona sus
movimientos, se cae menos veces. Mejora mucho su habilidad manual y puede
realizar actividades escolares como: recortar, puntear colorear con cierta
precisión de movimientos.
El niño de 5 a 6 años
El dominio del cuerpo se consigue
casi totalmente: salta, sube rampas, trepa, corre por las escaleras y se cansa
muy poco porque sus movimientos son más ajustados.
Utiliza preferentemente la misma mano
para realizar actividades: recortar, dibujar, dar cartas, pintar, etc.…
Aquellas
actividades que exigen habilidad manual son cada vez más precisas (dibujar,
puntear, recortar…). Estos avances son imprescindibles para el inicio del
aprendizaje de la escritura.
Desarrollo de la inteligencia.
El desarrollo de la inteligencia
supone para el niño un largo proceso hasta conocer la realidad que le rodea y
comprender lo que pasa a su alrededor.
Al nacer, el niño no distingue entre
él mismo y su entorno. Está dotado de unos reflejos a partir de los cuales se
alimenta, se protege, adopta determinadas posturas…
Poco a poco y en contacto con los
objetos y personas,
chupando, tocando, va conociendo las
cosas y mediante este juego se desarrolla su conocimiento.
El niño de 3 a 4 años
El niño,
debido a los avances antes comentados, aprende a través de la imitación de
situaciones reales, ve lo que hacen sus papás y hermanos en casa, lo que hace
la profesora en la escuela y los imita jugando. Es a través de este juego
(mamá, casitas, médicos, profesores… ) como el niño va conociendo lo que le
rodea y las formas de comportamiento de los adultos.
El niño de 4 a 5 años
El niño de
cuatro años no es capaz de dar explicaciones sobré las cosas que pasan, de la
misma forma que lo hacen las personas adultas. Lo que hace es unir cosas sin
entender la causa real: “las nubes se mueven porque yo me muevo”.
El niño Progresivamente va abandonando el tipo de pensamiento que
utilizaba antes y
descubriendo las causas de lo que
sucede a su alrededor. A esto le ayuda el hecho de estar en contacto con niños
de su edad y con los adultos.
Se apoya mucho en el lenguaje y
gracias a él busca explicaciones a las cosas. No obstante, le cuesta comprender
las cosas que pasan y cómo se suceden en el tiempo.
El niños de 5 a 6 años.
Progresivamente va abandonando el tipo de pensamiento que
utilizaba antes y
descubriendo las causas de lo que
sucede a su alrededor. A esto le ayuda el hecho de estar en contacto con niños
de su edad y con los adultos.
Se apoya mucho en el lenguaje y
gracias a él busca explicaciones a las cosas.
No obstante, le cuesta comprender las
cosas que pasan y cómo se suceden en el tiempo.
Desarrollo del lenguaje.
El niño de 3 a 4 años
El niño de
está fijando definitivamente los sonidos elementales de la lengua. Domina casi
todos los sonidos, otros los va adquiriendo, pero no debe alarmamos el hecho de
que algunas veces se equivoque o los altere. Por ejemplo, “abe” por “abre”,
“pato” por “plato”.
El niño de 4 a 5 años
A lo largo de este año, la
articulación del niño experimenta una notable mejoría.
Abandona las imperfecciones que tenía
entre los tres y cuatro años y podemos decir que, además de utilizar bastantes
verbos, los usa en el tiempo correcto, y no comete fallos en la conjugación.
Alarga las frases y expresa en alguna de ellas relaciones de causa y
consecuencia: “gana porque va deprisa”, “es malo, por eso le pego”.
El niño de 5 a 6 años
En esta edad el niño tiene que
pronunciar correctamente todos los sonidos de la lengua y sus errores habrán
ido desapareciendo. No debemos olvidar que en el curso siguiente empieza de
forma sistemática la lectura y la escritura y los errores que tenga en estos
aspectos, le pueden perjudicar notablemente en dichos aprendizajes.
Desarrollo afectivo-social. Hábitos
En esta
etapa del desarrollo, el niño va a experimentar importantes cambios en su
proceso afectivo-social así como una consolidación de sus hábitos de autonomía.
Como característica común a estos tres años el niño permanece muy integrado en
el entorno familiar, siendo fundamentales para él los puntos de referencia de
sus padres y hermanos
El niño de 3 a 4 años.
El niño de esta edad generalmente
está a gusto en su casa, en la familia, entre extraños o con niños de su edad.
Muestra grandes deseos de agradar y
de colaborar, escucha con atención lo que se le dice y realiza pequeños
encargos en casa, sintiendo satisfacción por sus éxitos.
El niño de 4 a 5 años.
Gracias a los avances en el
desarrollo de su pensamiento, el niño comienza a comprender el mundo que le
rodea (conoce a los miembros de la familia, el nombre de sus compañeros de
clase) Se identifica con los adultos y tiende a imitarlos, le gusta hacer las
cosas de los “mayores”, por ejemplo ponerse los zapatos de mamá.
El niño de 5 a 6 años.
La relación familiar sigue siendo muy
positiva, centrada especialmente en la madre, aunque el padre adquiere cada vez
mayor importancia para el niño.
Se muestra servicial, tiende a
agradar porque es muy dependiente. Además, es capaz de mantener un diálogo con
cualquier persona adulta.
Enlace.
El desarrollo psicológico del niño de 3 a 6 años.